lunes, 28 de mayo de 2012

Rellenos de calidad


Que la salud y el deporte van de la mano no es una primicia. El ejercicio físico nos ayuda a mantener una imagen corporal, actúa en nuestro metabolismo, sobre aspectos cardíacos y psicológicos que un alumno de la Facultad de Medicina quizás explique mejor.

Sin embargo, en el fútbol hay casos que desmitifican a rajatabla la moción mencionada y nos revelan otra concepción: Hay que tener panza para ser crack.

Corpulentos, rechonchos, repletos de exquisitez. Abultados, robustos, fuertes. Bestiales.

¿Por que se debe tener el lomo de Cristiano Ronaldo para tirar una bicicleta?. ¿Porque cambiar una molleja por un plato de fideos antes de jugar?. ¿Porque nos alegramos al ver a un amigo del buen comer, rompiéndola en una cancha de fútbol 5? Porque la barriga suma algo que otros no tienen: la magia de no cuidarte y ser feliz dentro del verde césped. Son los gruesos del fóbal.

Este ranking te lo va a explicar mejor:


Diego Armando Maradona: ¿Qué decir de ÉL?. Como comunicador social, planificador y docente que es, nos enseñó todo. Ejemplo del buen vivir. El Loco Gatti le dijo "gordito" y el 10 le embocó cuatro pepas en la Bombonera. En su etapa en Sevilla mostraba algo que confirmó en su retorno a Boca: un abdomen mágico que jugaba solo. Luego la pasaría mal, estando al borde de la muerte, pero Diegote supera toda avalancha que la vida le tira encima. Sus logros, su trayectoria, ya la conocemos. Simplemente D10S.


Ronaldo: Brasil en su máxima expresión: garotas, caipirinha hasta el amanecer y asesinatos de restaurantes. El "Gordo" es quizás el mejor definidor de la historia. Carrera intachable, estrella en todos los clubes que jugo, tuvo que retirarse del "futebol" por hipotiroidismo. Campeón de dos Mundiales, infinitos títulos en clubes, premios por doquier y 484 goles en 694 partidos, un animal del área. Pero las vivió todas: Río de Janeiro, Amsterdam, Milán, Barcelona, Madrid, entre otras, hospitalizaron sus jornadas de carnaval. Aplausos.


José Luis Félix Chilavert: Amado u odiado. Un verborrágico guaraní que llegó al país con sólo 19 años. Campeón de todo con Vélez y máximo icono del fútbol paraguayo. Dueño de una pegada extraordinaria, se animó a patear penales y tiros libres y mal no le fue: con 62 goles es el segundo arquero más goleador de la historia. Embajador de Paraguay en el mundo, se laureó tres veces con el premio a "Mejor Portero del Mundo". Amante de las declaraciones y los choripanes picantes, tuvo cruces feroces con todos: desde Roberto Carlos hasta Ciccioli. En su regreso en 2004 al Fortín superaba los 120 kilos.


Cristian Fabbiani: Un pibe de barrio de Ciudad Evita que la remó para llegar a la A. Carismático, descarado, atrevido y frontal. Entró en la Primera de Lanús hasta llegar al programa de Rial. La rompió en Rumania donde salió campeón y goleador en el CFR Cluj, allí mantuvo un romance con Amalia Granata. Volvió a Argentina para jugar en Newell`s donde fue figura. Pero entre su separación, su llegada a River como héroe y los excesos, su rendimiento decayó y su figura se desbordó.

En su soltería, fiel habitué de boliches y cabarets, no dejó gato sin caminar. Se casó con Vanucchi, se masticó a la cantante de cumbia Karina, se divorció, se le inventaron romances, fue tapa de revistas, Tinelli lo quería para Bailar por un Sueño, en fin, una vida agitada por los flashes.

Comenzó una dieta luego de superar los 100 kg para abocarse directamente a su carrera futbolística. Hoy, jugando para Independiente Rivadavia de Mendoza, se mantiene en 90 y 95 y dice que su peso ideal es el de 85.


Omar Asad: "Si no jugaba al fútbol, era camionero", dijo el Turco en un programa televisivo. Ídolo de Vélez, contemporáneo al Chila. En 1995, cuando era una promesa hecha realidad y pintaba para jugar en Boca, se rompió los ligamentos y su sobrepeso no le permitió regresar a las canchas, porque su rodilla no lo soportaba. Fue el mejor jugador de la Copa Intercontinental del 94, donde convirtió un terrible golazo "casi imposible" al Milán.

Acusado de drogón por Caruso, cae simpático por su aspecto de tipo de códigos y tener el barrio siempre presente. Hoy es entrenador de Godoy Cruz, donde comenzó su ruta en Primera. Además dirigió inferiores en Vélez, en Emelec de Ecuador y San Lorenzo.


Iván René Valenciano: Delantero potente colombiano, depredador del área es considerado una leyenda del país cafetero. Nacido en Barranquilla, es el segundo máximo anotador de la historia de la Liga Colombiana con 271 gritos. "El Bombardero" jugó para el equipo de su ciudad, el Junior, donde convirtió 158 goles. También tuvo pasos por Italia, México y Ecuador. Estuvo a punto de jugar en Boca en 1995, hasta se fotografió con la casaca xeneize para El Gráfico. Ya retirado se animó a participar de dos reality's shows y de probar varios platos de Bollos de yuca, comida trandicional barranquillera.


Adriano: El calco de Ronaldo. Enormes condiciones futbolísticas: potencia, gol, categoría, contundencia. Un delantero revoltoso de Río de Janeiro, aficionado a las fiestas, las armas y las prostitutas. Con su metro noventa y un pesaje que ronda los 110 kilos se encuentra sin club por diferentes problemas de comportamiento. Debutó en el "Fla" y luego de tres brillantes temporadas se fue al Inter de Milán. Estuvo a préstamo en Parma y Fiorentina y luego se asentó en el Nerazzurro.

En 2006, comenzaron sus problemas en seguidilla con el alcohol, y hasta acusaciones de drogadicción. "El emperador" retornó a Brasil en 2007 a jugar en San Pablo, donde se acercó, aún más, a la feijoada y la caipiroska. En 2008, Inter lo liberaba por sus inaceptables salidas de juerga. La Roma adquirió sus servicios pero Adriano no era el mismo. Quedó afuera del Mundial 2010 y ese año no volvió al equipo romano que lo despidió. Ese año salieron unas fotos del 9 en una favela con fusiles y desde allí se lo imputó por relaciones narcos.

El Corinthians se interesó por el pero en su contrato puso una cláusula de rescisión ante cualquier deshonra que el delantero le haga al club. Repito, hoy Adriano Leite Ribero es jugador libre.


Salvador Pasini: Emblema del ascenso. Héroe de muchos. Pasional, patotero, mandón, un personaje diferente del fútbol argentino. Como jugador era un delantero centro morrudo salido de las inferiores de San Lorenzo en la década del 70 que luego pasaría por varios clubes: Colón, Chaca, Chicago, El Porve, Temperley, Tigre, entre otros más. Su trayectoria como futbolista no supera lo que es como entrenador. Con sus remeras bien ajustadas y sobresalientes hacia afuera del pecho para hasta la cintura, el Tano se hizo un nombre importante.

Como dt comenzó bien de abajo en Lugano. Luego llegarían El Porve (donde es ídolo), Laferrere, Excursio, Tristán Suárez, Colegiales, All Boys, Estudiantes de Caseros (donde también es ídolo), Atlanta, Defensores de Belgrano y actualmente en Chacarita. Cosechó más amigos que enemigos y es dueño de anécdotas fantásticas. Es una bandera real de la lucha en el balonpié nacional.


Salvador Cabañas: Oriundo de Itaguá, el "Chava" comenzó a lucharla en el equipo de su ciudad el 12 de Octubre. Delantero fornido y petiso. Corajudo, enaltecido con sangre guaraní, un verdadero crack de los tiempos modernos. La descoció en el Audax de Chile donde marcó 29 conquista en 50 partidos. En 2003 se fue a México, más precisamente al Jaguares de Chiapas. Sus grandes actuaciones y sus manías para romper la redes lo depositaron en un grande como el América.

En 2009, antes del Mundial de Sudáfrica, hizo una publicidad en un caballo y con la vestimenta habitual representando a Francisco Solano López ganándose el apodo de "Mariscal". En las "Aguilas" y la Selección fue pilar. Lastimosamente en 2010 fue atacado por un miembro del cartel de Sinaloa que le disparó y puso en jaque a su vida. Con el ímpetu que lo caracteriza salió de la mala y hoy volvió a las canchas en su querido 12 de Octubre. Los kilos no importan, pero sus huevos si. Enorme.


Cabe mencionar otros grandes como Ronaldinho, Ferenc Puskas, Ailton Goncalves Da Silva, Néstor Ortigoza, Pupi Salmerón y muchos más.
Gracias por su maciza contribución al nuestro fútbol.


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